La
Creatividad, tecnología,
talento y tolerancia: generadores del índice de las 3T
Lo primero que se hará es
dejar claro el origen etimológico para determinar y comprender el significado
de la palabra creatividad. Se deriva del latín “creare” que significa:
engendrar, producir, crear; la cual está vinculada con la voz latina
“crescere”: crecer. Desde el ámbito religioso, se empieza a concebir la
creatividad, cuando en el Génesis del Antiguo Testamento aparece la siguiente
frase: “Dios creó al cielo y la Tierra de la nada”, en atención a este contexto,
creación sería concebir desde la nada. De igual manera, al consultar el termino
en el diccionario de la Real Academia Española (RAE,2016), la “creatividad” es
definida como la “capacidad de crear”. Para concretar el concepto, es necesario
citar también la representación que se hace del verbo “crear”, que textualmente
hace referencia a “producir algo de la nada”. Ahora bien, entonces no es tarea
fácil la del creador. Si partimos del criterio que el hombre, para crear
siempre parte de algo anterior, existente, para ser consecuente con la
etimología deberíamos pensar que el creador por excelencia sería Dios.
Tomando en consideración lo
anterior, se puede pensar que el ser humano cuando crea, recrea, es decir,
combina de manera nueva y original materiales, ideas, símbolos, colores,
formas, sonidos, movimientos, conformando de este modo productos y significados
que antes no existían. En este sentido, la creatividad, denominada también pensamiento original, pensamiento creativo,
inventiva, imaginación constructiva o pensamiento divergente, es la capacidad
de crear, de innovar, de generar nuevas
ideas o conceptos, o nuevas asociaciones entre ideas y conceptos
conocidos, que normalmente llevan a conclusiones nuevas, resuelven problemas y
producen soluciones originales y valiosas. Esto nos lleva a deducir, que la
creatividad es la evidencia de la producción de una idea o un concepto, de una
creación o de un descubrimiento que es nuevo, original, útil y que satisface
tanto a su creador como a otros en un momento determinado.
Hablar de la creatividad
muchas veces podrá parecer un tema trivial, común, repetido o sin mucha
importancia; pero nada está más lejos de la verdad que estas aseveraciones. La
realidad es que la creatividad posee una cualidad, y es que ella puede ser
valorada por el resultado final, y a la vez esta cualidad involucra un proceso
que se desarrolla en el tiempo y que se especializa por la originalidad, por la
adaptabilidad y por sus posibilidades de ejecución para concretarse.
Al mismo tiempo se podría
señalar que la creatividad es consecuencia del pensamiento original, ya que
implica un proceso mental que nace de la imaginación y engloba varios procesos
mentales entrelazados, los cuales no han sido plenamente descifrados por la ciencia.
Aunque la creatividad en la mayoría de los casos se ve como una práctica
espontanea, es sabido que siempre tiene una intencionalidad, algunos individuos
hacen un uso más consciente de ella persiguiendo un fin definido, otros la
demuestran desde el margen de la inocencia o el desconocimiento que la poseen.
Muchos sujetos, suponen que únicamente la persona es
creativa cuando inventa algo diferente, cuando escribe un poema, un libro o la
letra de una canción, aquel que expresa a través de las artes plásticas y/o
escénicas una obra de arte, o cuando con facilidad se pueden generar alternativas
para resolver un problema soñando o desde la nada, entre otras. Hoy día se ha
comprobado y se reflexiona que la creatividad está de forma inherente y presente
de muchas formas en el individuo, ya que la persona que tiene ese don creativo,
siempre de manera inmediata busca soluciones, de allí el decir que las personas
creativas son las que encuentran más respuestas a cualquiera de los problemas
que surgen del día a día en la cotidianidad. Como se puede ver en este sentido,
la creatividad es un elemento notable que posee la persona, y a pesar que
existen individuos que consiguen disfrutar un sentido de la creatividad más avanzado
que otras, no es una limitante, debido a que a pesar de ello todas las personas
de alguna forma también son capaces de crear y de inventar nuevas cosas, objetos,
soluciones a problemas, ideas o reflexiones tomando en cuenta el bagaje
cultural que poseen y desde la experiencia de su contexto vivencial haciendo
uso del talento, la tecnología y de la tolerancia.
Todos creemos saber lo que es el talento, pero son
muy pocos los que son capaces de definirlo. En ocasiones nos preguntamos, ¿Se
puede detectar o simplemente lo reconocemos cuando lo encontramos?. Para muchos
pudiese ser una mezcla de método e intuición, que sólo la detectamos cuando
alguien brilla con luz propia, es decir, es un coctel de inteligencia,
genialidad e intuición que posee una persona para una actividad concreta y
determinada.
Ahora bien, en el caso de tecnología se nos hace
más fácil definirla, debido a que todo lo que rodea al hombre tiene que ver con
ella, desde artículos de casa, oficina, medios de transporte, medios
comunicacionales, vestimenta, alimentos, internet, y otros más, porque a partir
del conjunto de teorías y técnicas que están implícitas en la misma tecnología,
se ha logrado su aprovechamiento practico a través del conocimiento científico
y de las necesidades del individuo, quedando comprobado que la tecnología indudablemente
es significativa, sobre todo para poder convertir las ideas creativas en
innovación, ya que nos ayuda a darles forma y a plasmarlas, convirtiéndose la
tecnología en una herramienta vital e indispensable de las que hoy en día no
podemos despreciar. Otro aspecto con las tecnologías, es que el hecho de tener
dominio de ellas no implica necesariamente ser creativo, como se hizo
referencia antes la creatividad involucra un proceso, en el cual se dan algunos
pasos previos a la concreción material
de la idea, de lo contrario la creatividad estaría limitada a la aplicación de
unos recursos preestablecidos, quedando estos empleados sin un sentido.
En relación a que conocemos como tolerancia, la
Real Academia Española la define como la “Acción y efecto de tolerar”, y
también como “…Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son
diferentes o contrarias a las propias”. En otras palabras, se podría decir que
es como el reconocimiento del otro, del semejante, cuando éste dentro un
conjunto de personas que conforman un grupo social profesa una religión, un
ideal, un proceder, una actitud, muy diferente de la aceptada por dicho grupo,
dentro de una comunidad.
De acuerdo a un estudio realizado en la
Universidad de Toronto por el Martin Prosperity Institute, el cual
fue culminado en Julio 2015, pero dado a conocer a finales del año 2016, de
forma plurianual a través
del “Global Creativity Index” (GCI, 2015), en él se hace referencia que es un análisis
comparado entre el desarrollo económico, la creatividad y la prosperidad en los
139 diferentes países donde se efectuó el estudio, haciendo énfasis que la
creatividad tiene un vínculo muy fuerte con el desarrollo económico y social de
una nación, y es por ello que ordena en una lista a los 139 países más
creativos, basándose en las tres ‘T’ del desarrollo económico: tecnología,
talento y tolerancia, generando el llamado índice de las 3T.
De esta manera, según el informe la Tecnología, el
Talento y la Tolerancia dan lugar a un índice de creatividad, entendido éste como
un recurso que es enormemente renovable y que depende entre otros factores de
la innovación, de las oportunidades educativas, del desarrollo económico, de la
capacidad de atraer diversidad y apertura social. Cabe destacar, que el estudio
también resalta que otro factor clave para la innovación y el crecimiento
económico es la “clase creativa”, donde el índice la define como la fuerza
laboral que trabaja en las áreas de ciencia y tecnología, ingeniería,
artes, cultura, entretenimiento y medios de comunicación; negocios y
administración; educación, salud y derecho.
En lo que se refiere a la primera T “1T”, la
Tecnología, el informe evidencia que ella siempre ha sido una fuerza impulsora
de crecimiento económico, porque ha permitido el desarrollo de nuevas iniciativas
y avances en todos los órdenes económicos, generando una vía que mejora los
sistemas de fabricación y procesos en industria como la del software, robótica
y biotecnología que fundan economías y sociedades más eficientes y productivos.
El desarrollo tecnológico de los países se ha medido combinando dos
indicadores: el porcentaje de PIB dedicado a I+D y el número de patentes
solicitadas por millón de habitantes.
En relación a la segunda T “2T”, la cual
corresponde al Talento, es reconocido como el motor de crecimiento económico de
la economía creativa, debido a que en el estudio el talento, fue medido como la
proporción de la fuerza laboral de la clase creativa respecto a las personas
con educación superior. En este caso la clase
creativa incluye a profesionales del ámbito científico, tecnológico,
ingenierías, artes, cultura, el entretenimiento y los medios de comunicación,
gestión empresarial, sectores financiero educativo, sanitario y jurídico. Por
lo tanto, esta segunda variable “2T” hace reseña a la intervención de la
población en educación superior: estudios universitarios, instituciones
educativas superiores e institutos de formación técnica.
La Tolerancia es la tercera T “3T”, y ella interviene
sobre el desarrollo económico generando contextos sociales y de relaciones que
amplían la movilización y heterogeneidad de personas, es decir, donde existan las
sociedades y ciudades que están abiertas a nuevas ideas también tienden a
atraer personas creativas de todo el mundo, en consecuencia la tolerancia crea
y aporta entornos que favorecen la creación de nuevas industrias e innovaciones
sociales y tecnológicas. El Global Creativity Index (GCI), incluye dos medidas
relacionadas con la aceptación y la participación de minorías étnicas,
raciales, gays y lesbianas en la sociedad.
El GCI está relacionado con el nivel de desarrollo,
competitividad y prosperidad, dado que los estados con mayor puntuación
presentan también niveles más elevados de productividad. Asimismo, los estados
que obtienen mejor puntuación tienden también a acoger sociedades más
equitativas, en este sentido indica que:
“Las naciones que están en los primeros
puestos del índice tienden a tener, en general, sociedades más igualitarias.
Hay dos enfoques para equilibrar el crecimiento económico y la desigualdad
creativa: el primero está asociado a los países escandinavos; combina un alto
nivel de competitividad creativa con niveles relativamente bajos de
desigualdad. El segundo está asociado a Estados Unidos y el Reino Unido, que
combina los altos niveles de competitividad creativa con niveles mucho más
altos de desigualdad.”
De lo anterior se puede decir, que es vital evaluar
cuáles son índices y niveles de productividad, competitividad, capacidad de
emprender y bienestar en un país, así como de mayor igualdad entre sus
ciudadanos, por lo que resulta interesante visualizar éstos informes globales
de prosperidad y desarrollo económico que realizan instituciones globales, a
pesar de desconocer el detalle bajo que parámetros fue que llegaron los
evaluadores para obtener dichos resultados, nos ayuda a tener una visión más
clara de los países listados en el estudio realizado. Para nadie es un
misterio, que hoy en día la competencia es global, y cualquier emprendedor
puede encontrar interesantes estas comparaciones entre diferentes países en
base a ciertos criterios, para crear sus propios argumentaciones a la hora de
invertir en cualquier país.
Si bien no hay una receta exacta para calcular
la creatividad de las personas, se han considerado a muchos de los estudiosos
en el campo de la psicología, quienes han llevado a cabo varios experimentos durante
muchos años con la finalidad de intentar demostrar y sustentar que los cerebros
de las personas creativas, a la hora de discernir y concretar funcionan de un
modo distinto.
Referencias
consultadas:
Churba, C. (2011). Etimología de la creatividad. [Documento en Línea].
Disponible http://blogsdelagente.com/carloschurba/2011/07/08/etimologia-de-la-creatividad/
[Consulta: 2017, Enero 26]
Florida, R., Mellander, C., & King, K. (2015). The Global Creativity Index 2015. Martin
Prosperity Institute – University of Toronto. Canadá
Real Academia
Española (RAE), (2016). Creatividad. [Diccionario
en línea]. Disponible: dle.rae.es/?id=A58xn3C [Consulta: 2017, Enero 26]
Real Academia
Española (RAE), (2016). Tolerancia. [Diccionario
en línea]. Disponible: dle.rae.es/?id=A58xn3C [Consulta: 2017, Enero 26]
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